Entrevista con Tom Morello de „Rage Against the Machine“
Tom Morello es el guitarrista de ”Rage Against The Machine” y solista en “The Nightwatchman“. Como activista de izquierda apoya las luchas laborales, los derechos de migrantes y lucha en contra de la pena de muerte. Calles de Azúcar encontró a Tom antes de un concierto con motivo del centenario del cantante folklórico, comunista y estadounidense, Woody Guthrie.
En nuestra edición actual nos dedicamos a preguntas de organización para cambios radicales de la sociedad. En tu opinión ¿cuál es la mejor estrategia?
Yo siempre dudo en dar consejos para situaciones, de las cuales no soy parte. Pero claro, les puedo contar como es ahora para mí en los Estados Unidos y entonces sus lector@s podrán decidir por ell@s mism@s, si pueden sacar algo de provecho de esto.
Durante los últimos años ha habido algunos cambios dramáticos. En Europa la relación entre clases sociales es un tema fuertemente discutido por aquellas personas que quieren ver un mundo diferente. En los Estados Unidos no es el caso. Y eso es lo más alentador de los movimientos pro-sindicatos y Occupy. Algo que está de nuestra parte en este momento es que la gente tiene el sentimiento de estar literalmente económicamente con la espalda contra la pared, el contraste es más grande que nunca, y sus intereses se muestran mucho más claros en este tiempo de crisis global y económica. Para organizarse con éxito se tiene que pensar de manera “outside the box”. Porque estamos frente a una estructura de poder monolítica, que está en contra de nosotr@s.
¿Qué quieres decir con estructuras monolíticas de poder?
El conocimiento de que el 99% no están parad@s en frente del 1%, sino que realmente son 0,001%. Los intocables determinantes – sea el IWF, el banco mundial, el grupo de los G8. Personas que se reparten el mundo entre ell@s. Si la medicina contra el SIDA no está distribuida en África porque no da ganancia- pues entonces es así, porque no afecta a su familia. O si una gran parte de Estados Unidos se convierte en un Sweatshop, da igual, eso no tiene impacto en sus yates.
¿Pero no es precisamente el capitalismo un sistema, del que tomamos parte en la vida diaria? O de verdad ¿crees que se trata de decisiones concebidas, de las personas que son los dueñ@s de yates?
No, no, no, déjame aclarar eso: Si las personas que son dueñ@s del yate se comportaran de otra manera, perderían sus trabajos. Eso es estructural, la estructura está predefinida. Pero esos papeles son justamente la parte decisiva de la estructura.
¿Qué papel tienen, en tu opinión, los medios alternativos para la organización política? como la pagina web de activistas que manejas: axisofjustice.net
Yo creo que los medios alternativos son de una importancia crucial. Pero es importante no solo informar, sino también inspirar a la gente a hacerse activa. Mis pasiones son la música y el activismo. Siempre quería que mi música fuese política y que mi política fuese tan divertida como mi música. También una vez he recogido firmas, pero fue demasiado aburrido. Por eso es importante encontrar una posición en la lucha, que coincida con las preferencias de cada un@. Después de los shows siempre me preguntaban much@s “Como puedo ser activ@?” Eran gente como yo, jóvenes, que veían que el mundo no era justo, pero no sabían cómo participar. En la página web tenemos un formulario donde un@ pone su estado federal y sus temas de interés. Y en la misma tarde se puede participar en alguna acción. Entonces esa fue la idea, construir un puente simple hacia el activismo.
Y ¿qué tiene que ver la música?
Pues para hablar en particular de Rage Against The Machine: había much@s fans, que
nunca aprendieron nada sobre nuestra política. Pero había much@s más que no sabían nada sobre política antes de esuchar nuestra banda y que entraron en un mundo nuevo de ideas a través de nosotros. Para mí ha sido así con The Clash y Public Enemy. No me han informado concretamente sobre un tema, pero hicieron que me diera cuenta de que no estoy solo con mi actitud. Había algo verdadero en las letras y la música que resonó en mi, que me mostraron que hay un mundo más allá de las limitaciones, de la pequeña y conservadora ciudad, en la que crecí.
Y dime ¿Qué te ha politizado?
Mi acercamiento a la política fue debido a que era el único niño negro en una ciudad de blanc@s. Experimentaba racismo, desde que tenía cuatro o cinco años. Por eso desde pequeño supe cómo se siente la injusticia.
Pero en qué modo una persona interpreta esa experiencia, como racismo o si piensan que son culpables de ese trato, es otro punto.
Es verdad. Con respecto a eso solo puedo darle las gracias a mi madre. Cuando vivía esa experiencia con cinco años, ella me contaba sobre Malcom X. Eso fue una introducción a la defensa propia y a la idea, de que se debe hacer algo en contra de las injusticias. Y en el colegio he sido parte de un pequeño grupo de anarquistas. Teniamos planeado quemar el colegio el día de nuestra salida, editabamos un periódico clandestino e hicimos acciones controvertidas. Pero para mi ha sido la protesta siempre una forma de expresión. Era divertido escribir artículos e investigar, ya sea sobre los escuadrones de la muerte en América Central, Apartheid o los cómics que dibujábamos sobre el puto director.
¿Qué piensas del movimiento Occupy, cuál es la influencia que tiene en los Estados Unidos?
He tocado canciones en por lo menos 16 campamentos Occupy. Ahora muchos de las ocupaciones han sido desalojadas. Pero lo que ofreció Occupy, y lo que también se ha quedado en la conciencia de la gente que quiere cambiar el mundo, es un espacio. Eso significa no solamente recibir un mensaje de Twitter o ir a la calle contra la guerra cada medio año. No, cualquier día puedes pasarte por ahí. Hay algo que no va bien con el mun- do y acá había una comunidad de personas que pensaba igual. Un aspecto central fue que la gente se sentía menos aislada. Y yo creo que la aislación muchas veces hace sentir a la gente que no pueden cambiar nada.
¿Y tuvo alguna influencia el movimiento de Occupy en Estados Unidos sobre l@s jóvenes?
Ocuppy abría la puerta a una nueva generación de jóvenes, que se dieron cuenta que también tienen algo que decir. Durante el tiempo anterior a Occupy había mucha frustración entre l@s jóvenes. Ell@s mism@s se preguntaban, ¿qué puedo hacer como joven de 19 años? Mucha gente está aislada. Pero si las personas se dan cuenta que con cosas pequeñas en una tarde particular pueden influenciar algo, el mundo era diferente al que fue aquella mañana. Si comienzas tirando de un hilo el jersey entero puede comenzar a desenredarse.
Eres miembro de “Industrial Workers of the World” sindicato radical, apoyas muchas luchas laborales, qué opinas; ¿debemos luchar para mejorar las condiciones de trabajo o para la abolición del trabajo?
De joven siempre he sido un ferviente anarquista, siempre tuve todo claro e iba a dejarles a tod@s claro como seria la utopía, imaginaba la utopía antes del recreo en el comedor del colegio. Tenía todo claro. Ahora lo veo más bien como mi papel en las luchas sociales. Mi meta es una sociedad justa: ecológica y políticamente, en la cual las necesidades básicas de tod@s están satisfechas.¿Pero qué significa para la vida diaria? Si podemos descabalgar a un gobernante derechista en Wisconsin, eso no significa que terminará el capitalismo. Pero apoya más a la justicia y muestra a la gente, que los cambios significativos son posibles. El muro de Berlín también estaba pensado sin límite de tiempo, se creía que la apartheid nunca desaparecería y que las mujeres nunca elegirían. Esas concepciones han estado tan cimentadas como la idea que siempre habrá una sociedad capitalista. Puedes crear el mundo que te imaginas – pero para llegar a ello tienes que empezar haciendo algo.
Muchas gracias por la entrevista!
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